Diez años buscando respuestas

2014-03-11 11:17

Diez años después, prácticamente todo sigue igual. La justicia, discretamente, ha hecho su faena. Buena faena, diría yo. Tal vez porque los instructores de la causa no se dejaron en ningún momento ser manipulados por los altos cargos políticos. Políticos, que entonces tenían las riendas del país y que hoy no solo no han presentado su dimisión por mentir, tampoco han pedido disculpas.

Esta mañana, al pisar Atocha, el silencio era más fuerte que nunca. No era un martes cualquiera. Aunque se hacen esfuerzos para que nada interrumpa la normalidad de la estación, el tren entra más despacio en el andén. Algunos giramos la cara hacía la zona de cercanías y se nos hace imposible no recordar las imágenes de aquel terrible 11 de marzo. Yo, repito el experimento que hice hace unos años. En los auriculares hago sonar la canción Jueves, que la Oreja de Van Gogh dedicó a las víctimas. Son cuatro minutos duros.

Cuatro minutos, solo, como los que sembraron el pánico en varias zonas de Madrid. Aquel día, cuando todavía no había salido el sol, todos éramos Madrid. Y todos pedíamos a gritos saber que había pasado. La ciudadanía, en masa, ya había salido a la calle años antes a pedir que España no fuera a ninguna guerra. Era un aviso. Y tal vez hubiera sido una buena forma de evitar la tragedia. Pero el gobierno de entonces hizo oídos sordos. Como también hizo después del terrible atentado, subscribiendo solo la teoría de ETA. Sin pensar que todo esto podía ser fruto de su política internacional. O sin querer reconocerlo.

Tal vez es cierto que más allá de familiares y amigos, pocos nos acordamos de lo que sucedió excepto en fechas como hoy. El país ha continuado andando. A paso lento. Sin saber muy bien donde. Con un gobierno que, como el de entonces, poco escucha a la calle. Como si no hubieran  aprendido de les errores. Y con 191 españoles menos y centenares de familias destrozadas. Este no es el país que yo quiero.